VINICIO A. CASTILLO SEMÁN

El anuncio de Estados Unidos de que más de 500 mil haitianos perderán en los próximos meses el estatuto de protección que les amparaba para permanecer en territorio norteamericano, y su deportación a Haití́, implica una seria contingencia para la supervivencia y seguridad nacional de República Dominicana.

Aumenta el clamor nacional que pide se multipliquen las deportaciones de haitianos ilegales. El país está esperanzado en que el presidente Abinader en su discurso del próximo jueves 27 de Febrero, aniversario de la independencia nacional, lance un trabucazo de defensa nacional anunciando acciones concretas, incluyendo medidas que detengan la invasión de vientres en nuestras maternidades.

Nuestro partido FNP le ha pedido al presidente Abinader que ponga en marcha lo acordado hace 2 años en el Pacto de Nación sobre Haití, medidas de consenso de diversos sectores y el 90% de todos los partidos.

Creo que los hechos están hablando. La comunidad internacional no le interesa Haití, ni va a hacer nada por ese desdichado pueblo, que está viendo claramente que la opción a que le están empujando desde fuera es trasladarse a RD y aprovechar nuestra muestra de solidaridad en escuelas y hospitales para mudarse sin retorno.

Es hora de unidad nacional y como dijo el amigo Ricardo Nieves, nadie en el exterior podrá criticarnos si aumentamos las repatriaciones.

El mito de que Haití́ nos puede ocupar poblacionalmente porque dependemos de ellos en agricultura y construcción, debe desaparecer. RD debe defenderse con sus propias fuerzas y medios.

Lo que está ocurriendo en zonas productivas de arroz en el nordeste, debe prender todas las alertas. Desde Haití está llegado gente a organizar y sindicalizar la mano de obra ilegal a la fuerza. Están amenazando abiertamente a los productores exigiendo mayores tarifas y menos horas de trabajo. Lo mismo ocurrirá́ pronto en la construcción.

Se necesita un trabucazo, Presidente. El pueblo espera eso el próximo 27 de Febrero.

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