
Los dominicanos debe hacernos cargo de la dura realidad de que nuestra existencia como nación está gravemente amenazada…
Está en ejecución un plan criminal muy sofisticado, de realización prolongada, de sofisticada perversión…de alta inteligencia, dentro del concepto de guerra híbrida, que colide gravemente con los principios del DIP… que se cocina a fuego lento… con centros de gran poder diversos, moviendo por distintos motivos los resortes de su conjura, para imponer “la solución dominicana” a los problemas de Haití, para regalar nuestra tierra-espacios y recursos- que le ha sido prometida a los haitianos, por los que sienten que deben pagar una sedicente “deuda histórica”, muy propia de la cultura Woke y de su mala consciencia.
Ese plan de agresión criminal, se despliega en una coyuntura compleja, singular, excepcional, de la historia de la humanidad y el continente, que tal vez nos brinde la oportunidad de salir airosos de la trampa mortal en que nos han (nos hemos) colocado, siempre que estemos dispuestos a realizar las transformaciones de raíz que precisamos para sobrevivir y afirmar en grande la dominicanidad.
Esa amenaza letal no se puede enfrentar sin unidad nacional, sin involucrar al propio pueblo activo y organizado en su defensa, mediante para una lucha de resistencia que será mas o menos prolongada …y después de hacerlo consciente de cuáles son los reales enemigos de su existencia… que incluyen no solo a los de fuera, que son los más poderosos, sino al “bando parricida y traidor”. Pero también a una legión de imbeciles, corruptos, ignorantes, pendejos… y de los tontos buenistas de siempre, dentro y fuera de los poderes del Estado, aquí como en el exterior…
Son muchas cosas las que tendremos que hacer y sacrificar para librar y vencer en esta lucha suprema por nuestros derechos inalienables como nación….la más importante de todas conocer al enemigo real, sus tácticas y estrategias, sus ventajas y sus debilidades, y las raíces profundas de este proceso destructivo y disolutivo- que mucho tienen que ver con nuestras debilidades y vicios- de la patria de Duarte, Sánchez y Mella, de los Restauradores, de los Soberanistas. Solo en esas luchas y gestas patrióticas debemos inspirarnos…no en otras que nos extravían, dividen y degradan…y que en los hechos, consciente o inconscientemente, le hacen el juego a los planes antinacionales.
Propiamente, se trata de una guerra defensiva, muy desigual, distopica, disruptiva, y en cualquier guerra o lucha de resistencia de esa índole existen algunos principios universales que no deben olvidarse: sin organización fuerte y funcional no es posible vencer; nunca hacer lo que el enemigo espera que uno haga; no perder el factor moral “de la justicia de nuestra causa”; la inteligencia estratégica es más importante que los ocasionales arrestos de guapeza; la disciplina consciente es un factor decisivo, fundamental.
También es fundamental tener bien presente que el Pueblo Dominicano, con sus virtudes y defectos, es y debe ser el verdadero actor… Por tanto, no hay espacio para vanguardismos, mesianismos ni oportunismos…los verdaderos enemigos saben mucho confundir, dividir, dispersar, alienar y enredar …Tenemos amigos y aliados en el mundo, pero nunca harán las tareas que solo a nosotros corresponden, ni se hará efectivo su respaldo ni su respeto, sino demostramos coherencia, consistencia, consecuencia….El mejor aliado es el Dios Providente que siempre nos ha acompañado, “por desesperada que sea la causa de la Patria”
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