Círculo perverso- de “causacion circular acumulativa”, diría Myrdal-que nos va conduciendo a la condición de estado fallido… sino se rompe, revierte y transforma en forma radical, al través de un proyecto nacional fuerte e integrador de todos los dominicanos, de base patriótica y republicana:
1)Predominio en clases dirigentes con visión patrimonialista de “finca con pasaporte de una pocos dueños”, o dispuestas a negociar sus ventajas corporativas y particulares con los poderes foráneos desde el neocolonialismo mental;
2) Debilidad institucional crónica, provocada por un sistema político que reparte muy mal los frutos del crecimiento, degrada la condición ciudadana, y alienta la anomia general dentro de un “desorden organizado”, que solo aprovecha a un grupito de audaces;
3)Corrupción sistémica, estructural y cultural que se reproduce tanto por ambiente de impunidad como por estímulo de las visiones culturales que miden valor de la existencia humana por la tenencia de bienes y el consumo de lujo, y que van asociadas a la enajenación colectiva de la cultura progres/woke;
4) Expansión del crimen organizado trasnacional y sus conexiones locales, en especial el narcotrafico, para explotar la posición y ventajas geoestratégicas de RD;
5) Dinámica acelerada de haitianizacion por interacción de factores de expulsión desde un estado fallido y descartado, con factores de atracción hacia una economía de alta concentración extractiva de rentas, con el consiguiente agravamiento de todos los problemas estructurales;
6) Pérdida o mengua del capital humano y social con éxodo estimulado, e incremento de la informalidad y la economía canalla, asi como la entrega proditoria de recursos naturales renovables y no renovables dentro de esquemas de sobrexplotacion, así como enajenación vil o entrega cuestionable de espacios estratégicos ( fronteras, montañas, mares, espectro electromagnético, espacios ultra terrestres…)
7)Proceso acelerado de endeudamiento comprometedor, disociado de las metas reales de un auténtico desarrollo nacional, que no son las del Nueva York Chiquito.
8) Ausencia de élites funcionales capaces de pensar, actuar y sentir en función de un proyecto de nación, ejerciendo cabalmente las tareas de dirección, ejemplaridad y empresariado, y más inclinadas a asociarse a los orcopolitas y empresaurios de Haití, para complacer a los poderes foráneos del imperialismo globalista.
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