Vuelvo a reiterar: contra República Dominicana y su pueblo se ejecuta hace tiempo un plan criminal sofisticado, de alta inteligencia y ejecución prolongada, tan perverso como violatorio de los principios elementales de DIP. En los últimos años-ese retorcido plan que por mucho tiempo ha estado envuelto dentro una conspiración de silencio-, ha entrado en sus fases más agresivas e inocultables. El pueblo dominicano está despertando a esa dura realidad, y empieza a reaccionar.
En los planos de dirección del estado y de la nación, muchos lo saben o lo deberían saber, pero prefieren darse por no enterados y decir que “el problema es que en la CI no hay ningún plan”, cuando es notorio que se apuesta a la fuerza de los hechos consumados, que creen que serán irreversibles…Grave error.
Ciertamente, esa conspiración maldita que se impulsa desde diversos centros de poder foráneos, tiene muchos coautores y cómplices locales que concurren a su comisión por intereses, venalidad, temores, ignorancia, debilidad, irresponsabilidad, ideología … y también, no podían faltar, por una buena dosis de estupidez y buenismo pendejo.
Apuestan también a que no somos una verdadera nación, a que tenemos un estado infuncional, una política maleada y maleante, una economía fake, de extracción de rentas, lavado y remesas, una sociedad en fuga, fácil de alienar y manipular…en fin, una finca con pasaporte de unos pocos dueños, donde los políticos y los partidos son sus sumisos administradores y capataces.
En estas condiciones extremas, y en el contexto de crisis enormes y complejas provenientes de los entornos exteriores, solo el pueblo dominicano-empezando por el puñado “de buenos y verdaderos dominicanos” del que hablo Duarte-, muy unido, consciente y movilizado, con la gracia de Dios, podrá salvar la Patria de Duarte, Sánchez y Mella, de los Restauradores, de los Soberanistas…
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