¿Tercera Guerra Mundial a la vista?
VINICIO A. CASTILLO SEMÁN

Mientras la humanidad luce ignorar los peligros reales que le acechan, en los últimos días se han producido hechos que la acercan al abismo de una tercera guerra mundial y de una confrontación nuclear peor que la crisis de los misiles de Cuba en 1962.

Cuando el mundo vio con alivio la victoria de Trump y su promesa de que llegaría a lograr la paz entre Rusia y Ucrania, se produjo una escalada impensable. Estados Unidos y los países que componen la OTAN autorizaron a Ucrania a usar misiles de largo alcance contra territorio ruso, que según Putin tienen sistemas que solo pueden operar con satélites de EU.

El uso de los primeros misiles de largo alcance autorizados por EU, de entrada, dividió a la OTAN ya que Alemania se opuso públicamente advirtiendo que no será responsable de una escalada que lleve al mundo al borde de la tercera guerra mundial.

El hijo del presidente Trump, Donald Trump JR, puso un twit advirtiendo que detrás de esa decisión de EU estaba el poderoso complejo industrial de las armas, al que se le han contratado más 300 mil millones dólares en lo que va de guerra Rusia -Ucrania. Evidentemente, el fin de esa guerra a partir del 20 enero con la llegada de su padre a la casa blanca no es buena noticia para ese supra poder.

Pero si grave fué el primer ataque con misiles de largo alcance producidos por Estados Unidos, más grave fué el lanzamiento de Rusia de un misil experimental que alcanza 10 veces la velocidad del sonido, indetectable por los sistemas anti misiles occidentales con que cuenta Ucrania. Esos misiles de alcance medio salen de la atmósfera y a su llegada pueden lanzar múltiples ojivas nucleares o convencionales de alto poder destructivo.

Para mañana martes la OTAN ha convocado una reunión de crisis. Su director visitó al Pte. Trump en Florida. La tensión es máxima y puede en cualquier momento irse de las manos o control.

El que estudia la crisis de los misiles de Cuba en 1962 sabe que la destrucción total del mundo estuvo muy cerca. Los relatos cuentan que Fidel Castro quería lanzar misiles nucleares por encima de los rusos. En estos momentos de gran tensión pueden aparecer hechos o actores inesperados con interés de detonar una guerra mundial.

Las grandes plantas de energía nuclear pueden ser blancos de ataques con efectos devastadores para Europa que nadie está en condiciones de predecir.

Estados Unidos en medio de una transición presidencial, con una administración que apoyó y financió la guerra en favor de Ucrania y otra entrante, ha dicho no lo seguirá haciendo.

Todo puede ocurrir. Roguemos a Dios que proteja a la humanidad de su extinción. Que la sensatez llegue a los líderes de ambos bandos. En una tercera guerra mundial no habrá ganador. Todos perderíamos. A Zelensky no le importa, porque no tiene ya nada qué perder.

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