!Viva la Libertad, Carajo!… pero con Responsabilidad…. que nos impone a la vez la Justicia individual y social. Dedicado a Javier Milei y juandemariana
Pelegrin Horacio Castillo Seman

Los seres humanos estamos llamados a ser libres… la libertad es un don maravilloso que nos otorga Dios, pero esa potencia que puede hacer conquistas maravillosas, construir con la inteligencia y la razón mundos muchos mundos materiales y simbólicos… también, puede destruir y dañar… irrogar mucho mal moral en el mundo, si no es ejercitada con conciencia de los límites de la acción humana, y de las consecuencias de la actos humanos…

Es decir, con sentido de responsabilidad con los demás, dado que no existimos solos, nos realizamos en sociedad, siempre en relación con los otros, en alteridad. No le faltaba razón al Abate Lacordaire, cuando decía que “entre el fuerte y el debil , entre el rico y el pobre, la libertad oprime, la ley libera”.

El sentido de la justicia social, hay que buscarlo no en oposición o exclusión de la libertad, sino como su complemento, y su sentido último, porque cuando somos libres y justos, somos buenos o nos acercamos a serlo. Por eso estoy en desacuerdo con el Presidente Javier Milei cuando hace una formulación excluyente, tajante y reiterativa, de la libertad y la justicia social… la libertad verdadera solo se realiza plenamente, si nos hacemos cargo de la responsabilidad… que comporta su ejercicio en relación con los demás. De cara a Dios, a los otros hombres, a la naturaleza, a nosotros mismos… a nuestros antepasados y a nuestros descendientes en la Nación….

Que el discurso de la Justicia Social haya sido empleado con demagogia populista, con degradación clientelista, no puede discutirse pero no invalida su necesidad e importancia. Si los humanos fuéran ángeles, la libertad no plantearía esa cuestión: pero solo son seres finitos, precarios, débiles, defectuosos pero perfectibles, …que especialmente, pueden incurrir en los mayores horrores y errores, más cuando tienen poder y riqueza.

Para que la libertad de todos o de muchos no sea aplastada por el poder y la riqueza de unos pocos, hay que buscar la justicia en las relaciones personales y sociales… libertad Como decía San Agustín de Hipona: ¿“que son los reinos de la tierra sin la justicia?: puro latrocinios”. Que viva la libertad, mil veces, !carajo!, pero limitada por la ley y la justicia.

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